El Algarve es una región imprescindible de Portugal. Entre naturaleza, arquitectura, cocina y baño, reune él solo todo lo que podemos esperar encontrar para unas vacaciones exitosas. Por contra, verdaderamente no hay que tener miedo de la multitud.
Aconsejo:
Esta región es amplia, así que el mejor medio de disfrutarla es tener un vehículo. Establece tu base en la parte del interior, bastante menos frecuentado por los turistas y muévete de un lado a otro.
Mi opinión
El Algarve es un poco un país dentro del país. Entre la costa demasiado frecuentada donde es difícil abrirse camino en el medio de los complejos turísticos ultra hormigonados y las residencias privadas y cerradas de vacaciones, y el interior un poco más auténtico, hay verdaderamente mucho que hacer.
Te aconsejo de verdad que no te instales en una gran ciudad turística, correrías el riesgo de no apreciar esta región en su justo valor. A fin de gestionar tu tiempo y tu itinerario en total libertad, alquila un coche, o una bicicleta para los más deportivos y con menos prisa. Disfruta de la calma de los naranjales y de las pequeñas aldeas donde el tiempo parece haberse detenido. La región perteneció durante mucho tiempo a los moros y muchas ciudades guardan aun las huellas, lo cual tuvo como consecuencia que realmente me desconcertase.
Para disfrutar de la playa y de la tranquilidad del interior, te aconsejo que te dirijas a la costa oeste que es uno de los lugares menos turísticos. Atención en todo caso a esta agua tan azul, transparente, que está generalmente muy fría en este lado de Portugal.
