El valle del Alto Duero seguramente sea una de las regiones más infravaloradas de Portugal y, sin embargo, es una maravilla para los ojos. El valle declarado patrimonio mundial de la UNESCO en 2001, desvela un panorama de valles marcado por el majestuoso río Duero que serpentea apaciblemente entre sus escarpadas márgenes cubiertas de viñedos y pequeños pueblos inmaculados.
La región se puede descubrir en coche o en tren , pero aconsejaría a culaquiera que se dirijiese allí que disfrutase de los numerosos barcos tradicionales que sirven para transportar vino, para una experiencia todavía más impresionante.
Finalmente, tuve la suerte de participar en una degustación de vino de Oporto en casa de un productor local, una experiencia que recomiendo a los viajeros que vengan a esta región imprescindible y, sin embargo, siempre de los circuitos turísticos de Portugal.
El valle del Duero se sitúa a lo largo del río jasta la ciudad de Porto en la costa Atlántica. Es principalmente conocido por sus bodegas y el famoso vino de Porto que se produce ahí.
Encontré muy agradable pasearse en coche por el valle y visitar las cavas de vino y de Porto. El paisaje en el valle del Duero es particularmente hermoso y está clasificado como patrimonio mundial de la UNESCO. Numerosos miradores permiten observar los diferentes panoramas a lo largo del valle, así como los antiguos barcos, los "barcos rabelos", en el río.
Las bodegas de Porto de Vila Nova de Gaia me gustaron particularmente y ofrecen siempre agradables degustaciones, únicas en un viaje por Portugal.
Navegar por el Douro (Duero) es verdaderamente muy agradable y te permitirá descubrir las colinas de una forma divertida pero también puedes hacer el recorrido a lo largo de estos magníficos paisajes en tren. Una vuelta por este encantador valle puede ser una idea muy buena durante tu recorrido por Portugal. Te encantarán las verdes extensiones y los viñedos que se pierden de vista que constituyen el panorama. Este paisaje cultural ha sido clasificado como patrimonio mundial de la UNESCO y merece que nos tomemos el tiempo para apreciarlo.
El mejor momento para visitar esta zona sería la primavera o aun mejor, el mes de septiembre cuando tiene lugar la vendimia. El valle del Douro se beneficia de un microclima, lo que le permite no recibir demasiada lluvia. ¡Visitar una bodega y degustar el vino de Porto serán dos paradas obligatorias durante tu excursión!