Viaje gastronómico a Italia en 8 etapas

Cada región de Italia conserva sus especialidades gastronómicas. Te llevamos a descubrirlas con este viaje desde el norte hasta el sur del país, haciendo una parada obligatoria en :

• Lombardía

• Véneto

• Emilia Romaña

• Toscana

• Lacio

• Campania

• Apulia

• Sicilia

En el Norte, una ópera gastronómica en 3 actos

Lombardía: cotoletta alla milanese, panettone y osso bucco

El arroz se produce principalmente en el norte de Italia. Por eso no es de extrañar que esté presente en la carta de muchos restaurantes lombardos, especialmente en Milán, donde se puede comer el mejor risotto de azafrán y tuétano de vaca. Milán también es la ciudad originaria del famoso escalope a la milanesa y el osso bucco, un guiso de jarrete de ternera cocido en vino blanco con verduras cocidas a fuego lento. Antes de continuar el viaje, asegúrate de probar el mejor queso de la región, el Gorgonzola. 

De postre, no podrás resistirte al panettone, un brioche relleno de fruta confitada, pasas y cáscaras de cítricos, una especialidad navideña que se puede disfrutar todo el año.

Véneto: carpaccio, gnocchi y Prosecco

El carpaccio se inventó en el Harry 's Bar de Venecia. Así que es en la ciudad de los Dogos donde se puede probar el mejor. ¿O quizás aún te gusta más el fegato alla veneta (hígado de ternera al estilo veneciano)?

Si no te gusta la carne, el risotto de tinta de calamar, la pasta e fasoi (sopa de pasta con judías pintas), el baccalà mantecato (bacalao de laguna y polenta) y los gnocchi de patata te encantarán. Llega el momento del aperitivo, una tradición nacional, donde podrás elegir entre una gran variedad de cicchetti, tapas típicas (pescado servido en un pequeño bocadillo o rodajas de polenta). Te recomendamos probarlas en los bacari de la Serenissima, típicos bares venecianos sin pretensiones y con un ambiente muy animado. Sin duda las tapas saben aún mejor acompañadas de una copa de vino italiano (rosso o bianco), Prosecco o un Spritz, un cóctel que mezcla este vino blanco espumoso con un licor amargo.

Emilia Romaña: jamón de Parma, parmesano y vinagre de Módena

Si hay una especialidad italiana con fama universal, esa es sin duda el jamón de Parma. No te pierdas una visita a esta pequeña ciudad emiliana, y aprovecha para probar el mejor jamón, considerado así por los italianos. Si visitas esta bonita ciudad, asegúrate de llevarte uno contigo. Tampoco puedes perderte el vinagre de Módena, un vinagre balsámico de sabor fuerte, perfecto para las ensaladas de tomate o para añadir un delicado toque de acidez a la pasta casera de la región, la más común de las cuales son los anolini, los cappelletti y los tagliatelle.

Romaña también es conocida por la piadina, una receta de pan plano muy sencilla elaborada con harina de trigo, manteca de cerdo y aceite de oliva. En cuanto a los quesos, no te quedes sin probar su parmigiano, el famoso queso italiano de leche de vaca, procedente de Parma, Módena, Bolonia y Reggio Emilia. El parmigiano reggiano cuenta además con la garantía de la Denominación de Origen Protegida (DOP).

En el centro, los pilares de la cocina italiana

Toscana: una cocina más rústica

Las imágenes de la Toscana no mienten: todos sus pueblos están rodeados de campos de olivos. El aceite de oliva extra virgen producido es de tan buena calidad que los más gourmets lo utilizan como toque final antes de servirse en sus múltiples recetas. Si te gusta el queso, no te pierdas el pecorino, un queso de oveja seco y aromático.

Durante tu estancia en Florencia, no te pierdas labistecca alla fiorentina, una carne de vacuno asada y fundida, a menudo acompañada de judías toscanas, servida a la perfección en la Osteria Santo Spirito, en el barrio que lleva el mismo nombre. También te encantará la famosa ribollita, la mejor de todas ellas en Vini e Vecchi Sapori, a dos pasos del Palazzo Vecchio, y en la Trattoria Sergio Gozzi, en el barrio de San Lorenzo.

Lo mejor de Lacio: la mozzarella di buffala y la carbonara

Aunque la pasta no falta en ningún restaurante del país, la mejor carbonara se encuentra sin duda en Roma. Entre todos los restaurantes, te recomendamos Da Cesare al Casaletto (Via del Casaletto) y Roscioli Salumeria con Cucina (Via dei Giubbonari, no lejos del Panteón). Tampoco puedes perderte los deliciosos penne all' arrabiata, preparados con tomate, guindilla y aceite de oliva.

De sabor muy suave y textura lechosa, la mozzarella de búfala se elabora con leche entera de búfala. Se puede comer con todo tipo de salsas, e incluso al natural con un toque de aceite de oliva. ¡Simplemente deliciosa!

En el sur, una cocina entre la tierra y el mar

Campania: pizza napolitana y todo tipo de pescado

Si hay una especialidad italiana que ha logrado conquistar el mundo, es la pizza napolitana, o pizza napoletana. Orgullo de Nápoles, fue creada allí y se diferencia de otras pizzas por su masa alveolada y sus bordes crujientes. Sorbillo (Via dei Tribunali, a pocos minutos del museo arqueológico) es uno de nuestros lugares favoritos para probarla.

La pasta más conocida de la región son los maccheroni, a menudo acompañados de verduras cultivadas en las laderas del Vesubio. Por su proximidad al Mediterráneo, el pescado y el marisco se encuentran en muchas recetas, como los spaghetti alle cozze (con mejillones) o el baccalà alla napoletana (bacalao con tomate).

Apulia: el granero de Italia

Además de sus únicos vinos tintos, Apulia es ante todo la región del trigo. Es la base de muchas recetas de pasta, como las orecchiette. ¿Te gusta el queso? Entonces prueba al menos una vez la scamorza, con su delicado sabor ahumado y la cremosa burrata.

La cocina Siciliana

Sicilia es el paraíso para los más gourmets con su cocina rústica y sus deliciosos sabores mediterráneos. Los restaurantes suelen ofrecer como primeros platos los arancini, bolas de arroz fritas rellenas de carne, queso o verduras, el pane e panelle, buñuelos fritos de harina de garbanzos, y la frittola, carne de ternera frita, que se pueden probar en cualquier lugar de la isla, como en el mercado de Ballaro, en Palermo. El pescado también se encuentra en todas las mesas, en forma de croquetas o con la pasta, como la pasta con la sarde (sardinas, hinojo, pasas, piñones y azafrán, una auténtica delicia). Influenciados por la civilización árabe, los postres sicilianos también son únicos. Si hubiera que elegir sólo uno, sería el cannolo, un pequeño tubo de masa frita relleno de ricotta. Los mejores dulces se encuentran en el norte de la isla, en la panadería de Roberto, en Taormina.

¿Ya te empieza a rugir el estómago? Ponte en contacto con nuestros expertos y expertas locales en Italia para planificar juntos tu próximo viaje gastronómico.