Los destinos de Sudamérica para descubrir con vuestros hijos sin temor alguno

Desde los grandes glaciares de la Patagonia, al altiplano boliviano pasando por las cataratas de Iguazú, América Latina es fascinante. Allí se encuentra el mayor desierto de sal, la ciudad más austral del mundo, el desierto más árido, el lago navegable a mayor altura y la cordillera más grande del mundo. Aquí disfrutarán todos los que tengan sed de aventuras, ya sean pequeños o mayores.

Argentina, naturaleza para pequeños y mayores

¿Quién no ha soñado nunca con visitar la Patagonia? El maravilloso Gran Sur, con sus altas cimas andinas, sus glaciares grandiosos, su pampa desértica y su fauna excepcionalmente rica y variada. Esta región del confín del mundo -tal como Siberia y Alaska- es una de las menos pobladas del mundo, con una densidad de tan solo 3,8 habitantes por km2.

El majestuoso glaciar Perito Moreno, situado en el parque nacional Los Glaciares en Argentina, se vierte en el lago azul Argentino. Durante el día caen grandes bloques de hielo, provocando un estruendo impresionante.

Nuestro consejo: Dedicad algo de tiempo a visitar El Chaltén y no os perdáis la ruta por el Fitz Roy. Las caminatas comienzan en el pueblo, se puede elegir entre varios niveles, para así respetar el ritmo de vuestros hijos. También podéis llevar una tienda y acampar en el camping oficial Poincenot, a tan solo unos pasos de la laguna de los Tres. Está prohibido acampar fuera de los campings oficiales dado que hay vientos violentos en la región. En este camping no hay ni aparatos sanitarios, ni servicios, se bebe y se cocina con el agua de los torrentes. Por la mañana ¡puede que vuestros niños vean un zorro salvaje o unos guanacos!

Entre septiembre y octubre tiene lugar un curioso espectáculo en la Península Valdés, más al este. Las ballenas vienen a parir y se refugian en las aguas de la península para alimentar a las crías. Los ballenatos, custodiados por las madres, se acercan a veces a menos de 10 metros de la costa; no hace falta decir que ver ballenas es una experiencia única para los niños.

Más al norte se encuentran las 275 cataratas de Iguazú y eso es algo que no hay que perderse puesto que se trata de un auténtico espectáculo de la naturaleza. A los niños les encanta la idea de explorar cientos de cascadas en mitad de la jungla, rodeados de coatíes, monos y lagartos gigantes que se pasean tranquilamente por el borde de los caminos.

Una cosa está clara, ¡un viaje por Argentina le encantará a toda la familia!

Bolivia, una expedición en 4x4 en el corazón del altiplano

La región de Sur-Lípez en Bolivia, que se encuentra entre 4.000 y 5.000 metros de altitud en el altiplano boliviano, fue un verdadero flechazo para nosotros durante nuestro viaje por el continente americano en familia. Los paisajes que se pueden ver allí parecen de otro planeta.

A nuestros hijos les encantó la expedición en 4x4 por el altiplano. Estuvimos un día entero sin cruzarnos con nadie a excepción de alguna vicuña, llamas, guanacos y suris (avestruces bolivianos). Un momento genial es comer un plato tradicional de chuño (plato andino a base de patata) en un albergue, y entrar en calor en las aguas termales naturales de Polques, a 4000 metros de altitud.

Después de haber recorrido de arriba a abajo en 4x4 la región de Sur-Lípez durante varios días llegamos al Salar de Uyuni, el mayor desierto de sal del mundo. En medio del salar, nos invadió una sensación de libertad total, montamos nuestro vivac salvaje y acampamos durante tres días en una de las islas. Nos sentíamos solos en el mundo, salvo por algunas vizcachas (liebres del desierto) que jugaban al escondite entre los cactus de los islotes.

Nuestro consejo: Daos el capricho de una noche única en un hotel de sal, probad un plato de carne de llama mientras observáis, junto a la chimenea, las impresionantes vistas sobre el Salar de Uyuni.

Se pueden alquilar todoterrenos para hacer la expedición de forma independiente, pero también se puede hacer acompañado de un guía. Podéis poneros en contacto con un agente local de Evaneos para que os organice un tour a medida, adaptado a vuestros gustos y al ritmo de vuestra familia.

¿Qué precauciones se pueden tomar para evitar el mal de altura de los niños en Bolivia?

Hay que tener cuidado con el soroche, el mal de altura. Los síntomas principales son dolor de cabeza, náuseas y fatiga. Cuando se está haciendo una ascensión con niños, es importante respetar siempre su ritmo, pensad en subir poco a poco, por etapas y no dudéis en bajar un poco si vuestro hijo empieza a sentir alguno de los síntomas, después podréis volver a subir poco a poco. Se debe dormir a una altitud menor a la alcanzada durante el día. Se desaconseja subir más de 300 metros al día cuando se viaja con niños pequeños.

El organismo necesita hidratarse en mayor cantidad cuando se está en la montaña, pensad en tener siempre una botella de agua a mano para los niños. En los supermercados locales encontraréis pequeñas bombas de oxígeno, compactas y ligeras. No suelen ser necesarias, pero conviene llevar una por si acaso.

Perú, descubrir los pueblos andinos con vuestros hijos

En el lago Titicaca, el lago navegable a mayor altura del mundo, a casi 4.000 metros de altitud, viven familias andinas en extrañas islas flotantes construidas con cañas.

Os podéis dar una vuelta en barca para visitar a los locales, a nosotros nos acogieron en sus cabañas y nos deleitaron con una sopa tradicional. Durante aquella tarde nos explicaron con gran entusiasmo cómo viven y fabrican las islas flotantes de caña.

Esta inmersión en las familias peruanas fue una experiencia muy enriquecedora, nuestros hijos todavía nos hablan de aquel bonito encuentro.

Cuando se viaja a Perú, no se puede dejar de ir a la antigua capital Inca: Cuzco, que significa “el ombligo del mundo”. Situado a 3.400 metros de altura, la ciudad acoge vestigios incas y coloniales. Las familias andinas pasean por las callecitas adosadas ataviadas de sus ropas tradicionales. Una cosa que les encantó a los niños fue descubrir las ruinas de la fortaleza, las cholitas con su ropa tradicional y, sobre todo, las decenas de llamas.

No os perdáis el valle sagrado y sus numerosos yacimientos incas, como Pissac, Ollantayambo, las salinas de Marras o las terrazas de Moray.

Vuestros pequeños aventureros apreciarán mucho ver los templos sagrados de los Incas. Habrá numerosos guías que os ofrecerán su servicio en vuestra lengua y sabrán transmitir con pasión los secretos y los misterios del imperio Inca.

Este viaje desemboca en las ruinas legendarias de Machu Pichu, conservadas gracias al denso bosque subtropical que las mantuvo escondidas durante mucho tiempo. Un descubrimiento apasionante tanto para pequeños como para mayores por su increíble conservación y por el ambiente de cuento que emana. Todavía quedan muchas preguntas por responder sobre este entorno, pero se trata de un misterio que hace este lugar todavía más atractivo.

Ecuador, ir a la conquista de los volcanes en familia

En América Latina, la cordillera de los Andes -la auténtica columna vertebral de las Américas- no queda nunca lejos. Sobre todo en Ecuador, donde se puede visitar fácilmente el mítico volcán Cotopaxi y la laguna Quilotoa en familia.

La laguna de Quilotoa está situada en pleno cráter del volcán que lleva el mismo nombre. Para llegar hasta allí hay que hacer una etapa con un desnivel considerable. A partir de los 5 años, los niños deberían poder bajarlo solos, pero se aconseja llevar una mochila portabebés para los más jóvenes. Cuando se está en familia, la bajada es de más o menos una hora y se hace con una vista impresionante sobre la laguna. Una vez se llega al centro del cráter, se pueden alquilar kayaks para recorrer la laguna.

No muy lejos de la laguna de Quilotoa se encuentra el majestuoso volcán Cotopaxi, que alcanza los 5.897 metros.

También se puede alquilar un 4x4 y subir hacia el volcán hasta los 4.500 metros de altitud y después seguir caminando; entre la nieve y el hielo perennes, el viento está congelado. No conviene quedarse mucho tiempo con los niños en una cima hostil como esta, sin embargo, la lava y las rocas expulsadas por el volcán serán un espectáculo fascinante para los más pequeños. Después de todas estas exploraciones, uno puede entrar en calor en una de las haciendas cercanas al parque nacional. Los más aventureros pueden también acampar en el camping oficial del parque, donde hay servicios y juegos para niños.

En Baños, a las puertas de la Amazonía, los frondosos bosques y los cientos de cascadas impresionarán a los niños. Además, este es un buen lugar para los amantes de las sensaciones fuertes, hay numerosas actividades tanto para adultos como para niños, como por ejemplo los columpios que te tiran al vacío, las tarabitas (pequeños carros que atraviesan el valle de una orilla a la otra) o las canopias (tirolinas).

No dudes más en hacer un viaje en familia a Ecuador, ¡la adrenalina está asegurada!

Las Islas Galápagos, llenas de fauna salvaje

Solo con pronunciar el nombre de las Galápagos, el archipiélago protegido que se encuentra a 1.000 km aproximadamente de las costas de Ecuador en el océano Pacífico, uno se pone a soñar.

En las islas Galápagos, leones marinos, iguanas marinas, tortugas terrestres, piqueros patiazules, tortugas marinas, tiburones y rayas conviven tranquilamente con los viajeros.

Las Galápagos son un destino ideal para ir con niños. Desde el momento en que pisamos la isla, aparece la magia, sobre todo cuando los niños descubren a los leones marinos en el mismo puerto. Los animales marinos, omnipresentes, se dejan ver con facilidad. Lo más increíble es el comportamiento de los animales, el encuentro con los viajeros no les preocupa. Sin embargo, uno siente que está en su casa y que para llegar al agua a veces hay que abrirse paso entre los leones marinos repantigados en la playa.

Como pequeña anécdota puedo decir que nuestro hijo de 6 años creía que estábamos en un zoo cuando nos paseábamos por el puerto al llegar a la isla de San Cristóbal.

Nuestro consejo: Visitad la reserva de tortugas “El Chato”, en la isla de Santa Cruz, donde podréis observar también a las tortugas terrestres en su hábitat natural. El encuentro con estas extrañas criaturas asustó a nuestros hijos en un primer momento, dado su gran tamaño y el extraño ruido que emiten cuando alguien se acerca a ellas, pero fue un encuentro único.

Colombia, recoger café en una finca

Colombia se ha abierto hace poco al turismo y a los colombianos les encanta acoger visitantes. Es el lugar en el que más he escuchado decir “gracias por haber visitado nuestro país, aquí seréis siempre bienvenidos”.

En las regiones cafeteras hay coloridos pueblos, haciendas tradicionales, antiguos jeeps que sirven de “colectivo” (bus). Es en ambientes como este que las granjas de café, o “fincas”, han abierto sus puertas a los turistas. En una de ellas descubrimos las diferentes etapas de la elaboración del café.

No dudéis en pasar un par de noches en una de estas propiedades. Os pasearéis por las plantaciones, probaréis el café y ayudaréis durante la recogida de los granos, junto con los propietarios.

Nos encantó nuestra experiencia en familia, a nuestros hijos les encantó “trabajar” en las plantaciones de café, todas las mañanas bajaban a recoger algunos granos antes del desayuno, un descubrimiento exótico para toda la familia.

Visitad también el valle de Cocora, donde crecen gigantescas palmeras de cera, descubrid paisajes típicos como Filandia y Salento y disfrutad de esta naturaleza dando un paseo o montando a caballo.

Chile, aislados del mundo en el desierto más árido del planeta

El desierto de Atacama, en el norte de Chile, es una región fronteriza con Bolivia y Perú que atrae a aventureros en búsqueda de libertad. Cuando uno se encuentra en medio del desierto más árido del mundo, tiene la impresión de encontrarse en la luna, un verdadero sueño de infancia.

En esta tierra árida hace mucho calor de día y mucho frío de noche.

San Pedro de Atacama es un pequeño pueblo turístico en mitad del desierto, allí encontraréis muchos hoteles que ofrecen su jardín con piscina para relajarse tras una buena jornada en el desierto. A tan solo unos pocos kilómetros del pueblo, encontraréis el increíble Valle de la Luna, una auténtica área de juego para los pequeños exploradores.

Durante nuestra visita, a nuestros hijos les encantó explorar las cuevas de sal que pueden visitarse con un guía. No olvidéis la linterna, las cuevas no están bien iluminadas y hay tramos que deben hacerse a gatas, ¡esa parte les encanta a los niños! A los más pequeños les encantarán también los paseos por las dunas o junto a las lagunas de colores. Podréis ver flamencos rosas, llamas, guanacos y zorros cerca de los oasis y de los pocos puntos de agua.

Hay que procurar no deshidratarse, pensad en llevar agua, gorras y haced paradas en restaurantes climatizados del pueblo de San Pedro de Atacama. El secreto de unas exitosas vacaciones con niños es, sobre todo, conseguir adaptarse a su ritmo y a sus necesidades.

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De la cordillera de los Andes a las coloridas lagunas de los desiertos, y pasando por el Salar de Uyuni, los grandes espacios, la fauna excepcional y los acogedores habitantes de Sudamérica os están esperando. No lo dudéis más y evadíos en familia en esta tierra de aventuras.