Capital y segunda ciudad del país, Ankara, profundamente anatólica, se diferencia de Estambul por su modernidad y su ambiente rabiosamente joven.
Aconsejo:
Cuando pases por Ankara, visita el increíble museo o mausoleo Anit Kabir dedicado a Atatürk, el padre de la Turquía moderna. Es muy instructivo, aunque quizá no del todo objetivo.
Mi opinión
Está claro que Ankara no tiene tantas maravillas históricas como su rival, Estambul (palacios, mezquitas de varios siglos de antigüedad y otras excavaciones antiguas). Sin embargo, sigue siendo un plato fuerte durante cualquier viaje a Turquía. Creo que Ankara es la imagen de la Turquía contemporánea: una ciudad joven y dinámica marcada por el crecimiento y el desarrollo ininterrumpido, que aúna tradición y modernidad. En una vista panorámica de Ankara habrá minaretes de mezquitas junto a torres de cristal ultra modernas, todo ello rodeado de instituciones y embajadas internacionales.
Aunque la ciudad de Ankara se merece, según creo, una visita, es cierto que puede llegar a agobiar con su continuo frenesí, su agresivo tráfico por las avenidas del centro de la ciudad, su ruido constante y por la impresión de estar en una ciudad más hecha para los coches que para las personas. Sin embargo, en ese caso, que no cunda el pánico, porque la región de Ankara también cuenta con muchas maravillas para que puedas desconectar.
