Cuando vayas a Eyüp por fin comprenderás por qué a Estambul se la conoce como «la ciudad de las siete colinas». Si vas en barco, te recomendaré un itinerario curioso. Comienza a subir pasando por el famoso cementerio. En lugar de hacer cola en el teleférico, este paseo te permitirá descubrir lápidas antiguas en la ladera de la colina.
Si tienes suerte, encontrarás sitio en la terraza de la cafetería. Me encanta contemplar las vistas grandiosas a la sombra de las higueras perfumadas. Desde las alturas podrás ver todo el Cuerno de Oro y hacerte a la idea de la inmensidad de la ciudad. Si puedes ir al caer la noche, verás Estambul adornado de luces. También serás testigo de la frontera natural entre Oriente y Occidente y de los lazos que unen los puentes.
En la tienda de la cafetería, cómprate un ejemplar del libro Aziyadé, una obra de Pierre Loti, que fue un marinero y escritor que vivió en Eyüp. Así, más adelante, podrás recorrer el viejo Estambul con tus lecturas nocturnas. Un souvenir cultural de un viaje a Turquía. Bajando por la colina, volverás a aparecer en el centro de la ciudad. Es el momento de descubrir un barrio más conservador.