Situada en una bahía mediterránea, a lo largo de una costa accidentada, con aguas turquesas y pequeñas calas privadas, Fethiye no podría estar mejor dotada. Sin embargo, la ciudad, de unos 60 000 habitantes, no siempre se ha visto favorecida por los elementos: en los años 50 fue completamente arrasada por un terremoto que apenas dejó nada en pie. Por tanto, para ser sinceros, a pesar del fabuloso entorno natural de Fethiye, no queda gran cosa allí desde el punto de vista histórico.
Sin embargo, al contrario que otras muchas ciudades de la costa, Fethiye puso en marcha un plan urbanístico muy estricto que no autoriza los edificios altos. El resultado es evidente: una pequeña ciudad moderna, pero con gracia, con un magnífico puerto deportivo y muy buen ambiente. Es perfecto para una estancia de relajación en la costa de Turquía.
Cuando fui a Turquía, la verdad es que no me esperaba encontrarme con aquel aire europeo tan fuertemente arraigado. Y en Fethiye se nota más, ya que es una ciudad muy turística. Eso me decepcionó un poco. Yo iba buscando un poco más de exotismo. De todas formas, tengo que reconocer que la ciudad de Fethiye me gustó bastante.
Myra, hoy llamada Demre, está un poco apartada del centro de Fethiye. Allí se pueden ver tumbas enormes, excavadas en la misma roca. Es uno de los puntos de interés más destacados de la región. Impresiona bastante, sobre todo por la altura a la que se sitúan sobre la pared rocosa. Desde abajo, la perspectiva es increíble. Yo, la verdad es que no hice la visita al interior, me limité a ver las tumbas desde el exterior. Por otra parte, si te da tiempo, acércate a ver la antigua ciudad romana. A mí me la han recomendado mucho.
Agradable escapada a Fethiye donde tuve el placer de descubrir una animada ciudad. Dispone de un puerto muy agradable y la ciudad os encantará por sus numerosos restaurantes y cafés al borde del mar. En Fethiye, tendrás el placer de nadar en unas aguas fantásticas y de descansar en playas de arena fina.
Si te quedas en la ciudad, no dudes en variar tu programa. Apartarte de las calles turísticas permite descubrir rincones un poco más auténticos y elegir hermosos lugares para fotografiar. Los amantes de la historia apreciarán las tumbas excavadas en las paredes de la montaña, ligeramente en la parte alta de la ciudad. Estate atento, ¡quizá te cruces con tortugas de tierra en tu camino!
Incluso es posible ir al enclave de Ölüdeniz a partir de Fethiye. La playa está considerada como sensacional. A unos cuantos kilómetros de Fethiye, es posible descubrir Kayaköy, ciudad fantasma vacía de habitantes debido a las transferencias de población entre Grecia y Turquía. En fin, Fethiye es un nudo de circulación. En efecto, es posible continuar tu viaje por Turquía eligiendo uno de los numerosos destinos que proponen las compañías de autobuses turcas.