Situado en el centro del Sultanahmet (detrás de Santa Sofía), el palacio de Topkapi fue durante varios siglos la residencia de los sultanes.
Aconsejo:
Evita la temporada alta si puedes, ya que la afluencia es descomunal. Los días de fuerte calor el aire es casi irrespirable en el interior de las salas de colecciones.
Mi opinión
¿Acaso es necesario presentarlo, siendo su belleza conocida por todo el mundo? Palacio de Topkapi, joya turca de las mil y una noches. Levantado en el siglo XV por el sultán Mehmet II, fue la residencia de los sultanes otomanos hasta la construcción de Dolmabahçe. La ciudad de Topkapi se encuentra en una situación estratégica, ya que desde ella puede verse el Bósforo, el mar de Mármara y el Cuerno de Oro.
El palacio se ha ido transformando en museo desde el año 1924, con la caída del Imperio otomano. Alberga colecciones de objetos, cada cual más suntuoso e increíble. ¡No me esperaba ver el cayado de Moisés o la espada de David expuestos en la Cámara Destimal! Otras reliquias santas y tesoros de la época otomana te esperan aquí.
Aunque el precio de la entrada pueda parecer excesivo, ¡lo cierto es que no puedes perderte visitar esta pequeña joya durante tus vacaciones por Turquía! La belleza de los jardines y el esplendor de los mosaicos son "poco" comparado a todo lo que ofrece la historia otomana, que podrás conocer mientras descubres Topkapi.
