Pasé algunos días en Buenos Aires y en general me gustó mucho esta pequeña parada de medio día en Tigre, lejos del tumulto de la capital. Situada a las afueras de Buenos Aires, me pareció que la visita a Tigre valió la pena porque el ambiente de la ciudad es agradable y un poco como de otra época.
Por ejemplo, podrás montarte en una lancha y dejarte llevar por la corriente de los canales que forman el delta del río Paraná. Es una forma interesante de observar la vida de los ribereños y de contemplar la arquitectura de las casas de alrededor del río, algunas de ellas de madera y montadas sobre pilotes.
Sin embargo, tampoco guardo un recuerdo imborrable de Tigre. Digamos que es agradable visitar los lugares, pero tampoco son imprescindibles. Pasa de largo si tienes el tiempo justo.
El Delta del Tigre, sus canales y sus islas son un lugar aparte, lejos del tumulto de Buenos Aires. Su vegetación se conserva intacta y salvaje. Lo único que se oye es el canto de los pájaros y los motores de las embarcaciones. Es una excursión imprescindible durante tu viaje a Argentina, sobre todo si estás en Buenos Aires durante el verano.
Desde el puerto, podrás subirte a una de las lanchas que visitan las islas más cercanas. Infórmate bien en el puerto del destino de cada lancha antes de subirte. Algunas van a islas donde en realidad no se puede pasear. Otras dejan a los pasajeros en playas y restaurantes.
Otra actividad que recomiendo en Tigre es el kayak. Es posible alquilar uno durante un día y adentrarse en los canales menos frecuentados. Allí estarás solo del mundo, en comunión con la naturaleza, en un marco de vegetación idílico.
En más de una ocasión había escuchado decir que Tigreera la Venecia argentina. Nunca he estado en la legendaria ciudad italiana, por lo que no puedo confirmar que esto sea así, pero puedo imaginar que este dicho se ajusta bastante a la realidad.
La ciudad está literalmente en el borde del mar y sus habitantes utilizan lanchas como medio de transporte, ambulancias, supermercados, gasolineras... Gracias a las crecidas del río, la vegetación es muy frondosa, pero por este mismo motivo los edificios están construidos sobre palafitos y solo se puede acceder a ellos a través de pontones. Es también el lugar preferido de los porteños de clase alta para establecer sus segundas residencias, que dotan a este lugar de un ambiente burgués bohemio.
Las salidas típicas son a las islas del delta, el parque de atracciones y los elegantes restaurantes ubicados a orillas del río. He vivido bastante tiempo en Buenos Aires y Tigre era sin duda alguna mi lugar favorito para evadirme del bullicio de la capital. Solía tomar un barco-taxi y dejaba que me llevara a cualquier parte de forma aleatoria, normalmente a las bonitas urbanizaciones y parques ubicados a algunos kilómetros del centro. ¡No olvides dar una vuelta por este lugar durante tu viaje a Argentina! No tienes excusa para no ir, la ciudad está situada a solo una hora en tren de Buenos Aires.