Situada a unos 80 kilómetros de Ereván, Sevan solía estar al borde del lago del mismo nombre, pero debido al retroceso de las aguas ahora se encuentra a cientos de metros de sus orillas. Aunque el lago tiene unos paisajes increíbles y es un destino turístico muy solicitado, no es el caso de la ciudad de Sevan, cuya fealdad es proporcional a la belleza del lago y sus alrededores...
Sin embargo, debo admitir que personalmente me gustó pasearme por sus calles lúgubres, formadas por construcciones decrépitas de hormigón muy fotogénicas, como la noria abandonada alrededor de la cual ahora van las vacas a pastar.
En resumen, evita Sevan si lo que quieres es ir al lago del mismo nombre, y, en esta zona de Armenia, ve mejor a los pueblecitos que hay a orillas del agua, que tienen mucho más encanto.