Situada en la provincia de Shirak, en el noroeste del país, la pequeña ciudad de Artik no tiene gran cosa que ofrecer y es casi igual que las demás ciudades medianas de Armenia, con una mezcla de arquitectura soviética y rural. Sin embargo, justo al salir de la ciudad, cuando empiezan a extenderse las magníficas estepas escarpardas tan características de la región, aparece la iglesia dedicada a San Esteban o San Stepanos, que, al comenzar el otoño, casi se confunde con el paisaje de alrededor.
La iglesia, que data del siglo VII, es bastante pequeña, pero tiene unos frescos magníficos especialmente bien conservados. Me gustó mucho la modestia de este viejo monasterio totalmente abandonado por los visitantes y fuera de los típicos itinerarios turísticos de Armenia.