Aparan es la ciudad de las altas mesetas armenias por excelencia. Cuenta con una plaza central en la ladera de la vertiente este del monte Aragats, volcán extinto de 4.090 m. y punto más elevado del país.
Con su clima duro, sus edificios rurales o soviéticos construidos con grandes bloques de toba rosa o basalto, exuda una sensación de austeridad. Con su aridez y paisajes lunares, es un lugar bastante carismático... Tal vez pases por allí, ya que se encuentra en la carretera de Erevan-Tbilissi, que es el eje principal norte-sur de Armenia.
Para mí, Aparan es una etapa interesante en más de un sentido. En primer lugar para realizar una magnífica ascensión, la de Aragats, cuyas cuatro cimas se sitúan a unos doce kilómetros. A continuación podemos seguir los rastros de la historia armenia: Aparan fue un lugar de batallas decisivas durante la Primera Guerra Mundial, y se han dedicado varios monumentos en memoria de ese período. La ciudad también cuenta con una hermosa basílica del siglo V. Por último, para ir a descubrir el modo de vida de los kurdos yézidis, numerosos en Aragatsotn, cuyos pueblos se extienden por las laderas del volcán.