Situados a tan solo unos 50 kilómetros de la capital, Ereván, los montes Aragats se elevan de forma casi sobrenatural en las llanuras de alrededor, con sus cumbres nevadas apareciendo como por arte de magia en el paisaje. Es, sin duda, uno de los sitios más increíbles que he podido ver. Quizá recuerda un poco al sitio del Monte Fuji en Japón.
Tuve la suerte de hacer una ruta por los montes Aragats, pero, por desgracia, no por el monte norte, que, con sus 4090 metros, es el más alto del país, sino por el monte sur, de 3893 metros, cuya ascensión es más sencilla y necesita menos material. Sin embargo, las vistas que contemplé desde lo alto eran totalmente inolvidables y por eso recomiendo visitar sin falta los montes Aragats durante un itinerario por Armenia.