Cuando se visita Echmiadzin hay que aprovechar para visitar también las iglesias más importantes a ojos de la iglesia apostólica armenia. Aquí pasa lo mismo que en Jerusalén o el Vaticano: uno se sumerge en una increíble riqueza de arte sagrado y de espiritualidad. El emplazamiento de Echmiadzin es curioso. Las diferentes iglesias están diseminadas por Vagharshapat (nombre oficial de Echmiadzin), una ciudad con apariencia soviética. Allí parece que haya que descubrir las iglesias jugando al escondite.
Me encantó jugar a ese juego y lo encontré muy estimulante. Así, encontré en una avenida la increíble iglesia de Santa Hripsime. Después de descubrir la catedral de Echmiadzin (repleta de peregrinos, turistas y fieles) y de ver la imponente iglesia de Santa Gayane, me dejé seducir por la atmósfera más íntima y apacible de la iglesia de Santa Hripsime. Además, es posible que su arquitectura sea la más refinada y la más elaborada de todas las iglesias de Echmiadzin.
El plano tetraconch (cuatro conchas) de la iglesia de Santa Hripsime es de una complejidad fuera de lo común y esa característica le ha permitido resistir ante los terremotos con mayor estabilidad que otras iglesias de la zona. ¡Debes admirarla desde todos sus ángulos! Las inscripciones y ornamentos de la fachada son sobrios y elegantes. Y el interior es armonioso y emotivo. Su retablo del siglo XVII es sensacional...