Considero que la ciudad Gyumri encarna mejor la influencia que Rusia ejerció sobre Armenia tras la Unión Sociética. Puede que esa sensación se deba a su nombre, que ha ido cambiando con el paso del tiempo desde Alexandropol (la ciudad de Alejandro) hasta Leninakan (la ciudad de Lenin) para después convertirse en Gyumri, o a su arquitectura, que presenta grandes avenidas, plazas e imponentes construcciones al puro estilo ruso y soviético. Sin embargo, la opinión que impera es la de una ciudad abierta y espaciosa, agradable y acogedora.
Gyumri es una ciudad que se distingue significativamente del resto de ciudades del país por su acento su conservadurismo y sus especialidades culinarias. Me he dado cuenta de que esta ciudad es un mundo aparte dentro de Armenia y que sigue dándole una calurosa acogida a los viajeros. En esa misma ciudad tuvo lugar el terrible terremoto de 1988, del que se sigue hablando en la actualidad.
Para concluir he de decir que Gyumri fue una etapa muy bonita de mi periplo por Armenia.