En todos mis viajes, apenas he visto lugares tan bonitos como la Chapada Diamantina, hasta tal punto que sueño con pasar allí un mes entero caminando, hacer el cabra de roca en roca y remar por sus aguas, a ratos azules (por la presencia de magnesio), a ratos negras (por el alto índice de hierro).
El Vale do Capão (ciudad principal, Palmeiras, de 8.000 habitantes) es uno de los lugares imprescindibles de la Chapada. ¿Qué actividades se pueden hacer? Senderismo (y no solo un poco), observación de la naturaleza, escalada, bicicleta de montaña y, para refrescar tus músculos torturados con tanto esfuerzo, no puedes dejar de darte un bañito en la Cachoeira da Fumaça (que significa "cascada del humo").
Hay un montón de pequeñas agencias de excursiones y deportes extremos que podrán guiarte y organizarte las actividades.
Creo que la región entera de la Chapada Diamantina (no confundir con la ciudad de Diamantina en Minas Gerais) debería considerarse de visita obligada durante un viaje a Brasil y, además, estar en la lista de los 5 sitios principales.
Situada en una zona apartada, Capão tiene todo lo necesario para deleitar a los viajeros que huyen de los senderos más transitados..
Para algunos, se trata de un pueblo es encantador, mientras que para otros no es más que un lugar de hippies melenudos en búsqueda del sentido de la vida. Lo que es seguro es que este lugar no deja a nadie indiferente.
El pueblo en sí es pequeño, pero su ubicación geográfica es espectacular. Imagina lo siguiente: vegetación exhuberante, montañas, mesetas, cataratas y minerales en forma de pequeños tesoros a descubrir durante una excursión. Es un entorno sencillamente mágico. Además de las numerosas excursiones que ofrece la Chapada (maravilloso Vale do Paty!) podrás realizar un gran número de actividades inusuales. Clases de circo, medicina alternativa, terapias naturales, yoga, capoeira angola, encuentro con los chamanes, apicultura. El lugar es multicultural. Hay quien se ha enamorado del sitio hasta el punto de dejarlo todo para instalarse ahí. Como habrás visto, además de los paisajes, aquí se viene especialmente a encontrarse con esta comunidad de personas que viven una vida al margen de la sociedad capitalista. Participar en largas conversaciones pseudo-filosóficas pueden aburrir a algunos, pero a mí me fascinó.