A diferencia de las otras ciudades históricas de Minas Gerais, como Ouro Preto, Mariana o su vecina Tiradentes, São João del-Rei no me causó una gran impresión. Quizás, lo ideal sea visitarla antes que las otras ciudades coloniales, para abrir boca antes de disfrutar de las autenticas joyas del barroco brasileño.
No obstante, la ciudad es coqueta y ofrece la tradicional combinación de casas coloniales e iglesias barrocas. Pero tiene mucho menos encanto que el resto de ciudades coloniales. La iglesia de San Francisco de Asís es la joya de la corona de São João del-Rei. Es obra del artista mineiro más importante de la historia, Aleijadinho, y data de 1774.
Un tren a vapor que funciona desde finales del siglo XIX, une São João del-Rei con Tiradentes. El precio es muy elevado para tratarse de un trayecto de 14 kilómetros que se realiza en 40 minutos, pero merece la pena por los paisajes que ofrece. Te aconsejo que tomes el primer tren de la mañana desde Tiradentes y que regreses en el último tren de la tarde desde São João del-Rei. Tendrás tiempo suficiente para hacer un recorrido completo por toda la parte histórica de la ciudad.
Sao Joao del Rei es la primera ciudad que he visitado en mi recorrido por Minais Gerais. Al llegar al centro de la ciudad en pleno viernes santo me vi sorprendido por la intensa actividad que reinaba en esta ciudad. De iglesia en iglesia, las procesiones desfilaban por la ciudad al son de los cantos religiosos. Conversando con los turistas que pasaban, me enteré de que algunos habían reservado sus vacaciones de semana santa con meses de antelación para poder asistir a este espectáculo.
Me encantó la ciudad durante esta época. Sao Joao del Rei es conocida principalmente por sus iglesias, y el período de la Pascua es la época en la que reciben mayor atención. Por la noche, los conciertos y ferias de alimentos toman el relevo y el ambiente de la ciudad se torna muy agradable.
Antes de salir a Tiradente, aproveché el buen tiempo para hacer escalada en Serra do Lenheiro en el norte de la ciudad. Dada de lado por los turistas durante este período, esta montaña te permite realizar numerosas actividades deportivas y disfrutar de unas hermosas vistas de toda la región.