Pasé algunos días en Manizales. La verdad es que no es precisamente la ciudad más bonita de Colombia, pero está rodeada de varios lugares de interés, como, por ejemplo, el Parque Nacional Natural Los Nevados o el volcán Nevado del Ruiz. En efecto, esta ciudad, situada a unos 2.000 metros de altitud, está construida con arreglo a unas normas muy estrictas debido a los riesgos sísmicos de la región. Manizales también es conocida por la calidad de su café, y se encuentra en pleno corazón del «eje cafetero», región que no te puedes perder durante tu viaje por Colombia.
Hay otros lugares por descubrir en esta ciudad de calles empinadas, como la famosa estatua de el Bolívar Cóndor o la torre panorámica de Chipre. Si te gusta la naturaleza, podrás ir a airearte al Recinto del Pensamiento y ver mariposas y orquídeas. En enero, sus calles se llenan de vendedores ambulantes, desfiles, torneos de motocross, juegos taurinos y, por supuesto, se corona a la reina del café.
Situada al norte de la Región del Café, en el centro de Colombia, Manizales es la capital del departamento de Caldas. La ciudad cuenta con aproximadamente 400 000 habitantes. El volcán Nevado del Ruiz se distingue al fondo, entre los edificios y algunas casas coloniales de la metrópolis urbana (el patrimonio arquitectural de Manizales no es muy rico, ya que la ciudad ha sufrido repetidas erupciones e incluso un incendio en los dos últimos siglos). Junto con las ciudades de Armenia y Pereira, Manizales forma parte del triángulo del café colombiano.
Manizales es una ciudad reputada en toda Colombia por el cariño de sus habitantes, lo que le ha valido el dulce sobrenombre de "Capital del Afecto", ¡ni más ni menos! La pequeña ciudad alberga muchos seminarios y posee una vasta red hotelera. Algunos de los atractivos de la ciudad son sus aguas termales, la catedral, el teleférico y, por supuesto, ¡su café! Manizales no fue uno de los lugares que más me cautivaron, pero siempre recordaré la finura de sus habitantes.