Entre Montenegro y Albania, la frontera que separa ambos países queda definida por un curioso lago, el Shkodra, que tiene forma de delfín. Sencillamente es el lago más grande de toda la península balcánica, y que muestra paisajes diametralmente opuestos a uno y otro lado de sus orillas. Tuve la oportunidad, durante mi estancia, de ver este lago que se encuentra dentro de la reserva natural de la vertiente montenegrina, junto a la ciudad albanesa de Shkodra. Me era imposible creer que se tratase que lo que tenía ante mis ojos fuese la misma extensión de agua.
En la vertienete montenegrina, el lago de Shkodra es una reserva animal reconvertida que alberga más de 250 especies diferentes de aves dentro de un marco natural magnífico y protegido, con con pantanos, bosques y meandros intrincados. Y del otro lado, el albanés, ni parque natural ni vergel... es sólo un paraje arruinado por basuras de todo tipo que flotan en las aguas del lago. Esto es algo que hace pensar en el importante papel de los parques naturales y en la importancia de proteger estas áreas en este marco.