Varazdin, una ciudad de unos 50.000 habitantes situada a 30 kilómetros al norte de Zagreb, fue durante algunos años, en el siglo XVIII, la capital de Croacia. A unos diez kilómetros al sur se encuentra Varazdinske Toplice, cuyas aguas ricas en azufre atrajeron a los romanos por sus propiedades termales, en el siglo I d.C.
Tomar las aguas en Varazdinske Toplice
En la actualidad, muchos amantes de la hidroterapia se dan cita en la región de Zagorje.
De hecho, hay unos cuantos balnearios instalados en las colinas, en Krapinske Toplice, Stubicke Toplice y Tuheljske Toplice. Las aguas termales fluyen por los estanques y piscinas para el deleite de los visitantes.
En Varazdinske Toplice, también se puede disfrutar de los baños y los tratamientos termales.
Igualmente, se pueden ver los restos de las termas construidas por los romanos a partir del siglo I y frecuentadas hasta el siglo IV.
La ciudad era llamada, entonces, Aquae Iasae. La piscina rectangular instalada sigue destilando vapor del agua a 58 °C que fluye allí.
Está protegida parcialmente por lonas.
Pero es el museo de la ciudad vecina donde tienes que acudir para descubrir una estatua de Minerva Medica, protectora de los lugares.
Una fortaleza preocupada de su apariencia
Ahora está en plena forma, tanto, que puedes visitar Varazdin y su casco antiguo, Starigrad, construido en el interior de los altos muros encalados.
Esta fortaleza, construida en el siglo XIV para proteger la ciudad de la amenaza otomana, se ha ido manteniendo y restaurando con regularidad, por lo que, en la actualidad, está en perfecto estado y posee algunos rasgos arquitectónicos característicos del Renacimiento.
Alberga un bonito museo que visité con gran interés.
Solo puedo aconsejar que continúes tu exploración caminando por las calles y plazas de Varazdin, magnífica ciudad donde los edificios y las iglesias de estilo barroco abundan.
Se entiende fácilmente que fuera elegida como la capital de Croacia, en 1767. Sin embargo, esta distinción fue de corta duración, ya que un incendio en 1776 provocó que se optara por Zagreb. Después, Varazdin, candidata con sobrados motivos para su inclusión en el Patrimonio Mundial de la UNESCO, se convirtió en una desconocida...
