Cuarta ciudad en Croacia por población, capital económica y cultural de Eslavonia, Osijek es un importante destino turístico de Croacia, aunque la ciudad sufrió los asaltos serbios durante los años 90. Aparece en la historia desde la época romana y mantiene los edificios y vestigios de las principales etapas de la historia croata.
Una "Tvrda" para la defensa
Durante tu visita a la ciudadela ("Tvrda") de Osijek, construida sobre los pantanos circundantes, se entiende hasta qué punto el lugar tiene un interés estratégico, defensivo, en la orilla derecha del río Drava, cerca de su confluencia con el Danubio.
Ya los romanos habían construido allí la ciudad de Mursa y después se establecieron los eslavos para protegerse de las inundaciones. Más tarde, Osijek fue destruida y reconstruida por los otomanos en el siglo XVI, antes de ser conquistada por los Austrias.
Fue entonces cuando comenzó la construcción de la ciudadela: ¡la ciudad no debía volver a ser tomada! Los austrohúngaros emprendieron así la construcción de este bastión, en las alturas de Osijek, tras los gruesos muros que encerraban el centro de la ciudad en el siglo XVIII. Los edificios de bellas fachadas barrocas, las plazas y las calles empedradas se suceden y forman un magnífico conjunto arquitectónico, que se ha ido restaurando paulatinamente.
Museos a voluntad y Gornji Grad, la ciudad alta
En el interior de la muralla, se han construido numerosos museos. Visitar todos ellos requeriría bastante tiempo, pero puedes optar por el museo arqueológico de Osijek, que conserva una colección antigua de la época romana a los celtas; el museo de Eslavonia, muy útil para descubrir la historia y el patrimonio de la región, o incluso el museo Gloria Maris, cuya temática marina puede parecer un poco desfasada...
No dejes Osijek sin entrar en la imponente iglesia de San Pedro y San Pablo, de estilo neogótico. Este templo de ladrillo rojo fue construido a finales del siglo XIX y rivaliza con la catedral de Zagreb, por su aguja casi 90 metros de alto. El interior es especialmente sorprendente: altares barrocos, murales y vidrieras de estilo vienés que ¡no te dejarán indiferente!
