Hacer un viaje por Ecuador te hará descubrir una población completamente acogedora, encantadora y apasionada. Los ecuatorianos cuidan mucho de sus visitantes. Intenta corresponder sus gestos de amabilidad en todo momento. Y recuerda que cuando visites los pueblos que están perdidos en medio del Amazonas, debes adoptar una actitud respetuosa y comportarte.
Si ya has tenido las oportunidad de vagar por las tierras de América Latina, hacer una comparación será mucho más fácil. Un viaje a Ecuador no será para nada complicado, ya que los ecuatorianos son sin duda alguna los más acogedores, enternecedores, amigables y apasionados de todo el continente. De paseo por la ciudad, o en el transporte público, podrás darte cuenta de que los habitantes son muy curiosos y se aventuran a tener una conversación contigo. Verás como muchas personas te invitan a café o incluso a comer en sus casas con su familia. También depende de ti no caer en las garras de ciertas personas deshonestas, pero si sientes que puedes confiar, no te lo pienses y acepta la invitación. Tampoco es raro que la policía o los bomberos te lleven con ellos como si hubieses hecho autostop. Si como antes también te muestras abierto, verás que podrás acabar tomando un chocolate caliente en el cuartel de Quito.
En cuanto a la ropa, no hay mucho que decir ni aconsejar salvo si pretendes adentrarte en el Amazonas. En este caso, evita llevar ropa de manga corta si quieres ir a descubrir pueblos perdidos de la selva. De todos modos, los mosquitos seguirán avisándote por el camino. En lo que sí que hay que mostrar un gran respeto, es con respecto a los ritos y creencias de los nativos. Abstente de sacarles fotos sin que te hayan dado permiso previamente.
De modo más general, en lo que concierne a la política lo mejor es ser políticamente correcto.
Regatear en los mercados no es para nada una falta de educación. De hecho, es bastante normal. Los ecuatorianos son los primeros en negociar los precios. No seas tímido y haz lo mismo que ellos. Eso sí, siempre con una sonrisa.
Aunque la mendicidad no es un gran problema, ni algo recurrente en Ecuador, puede pasar que te encuentres con niños que vienen a pedirte un bolígrafo para la escuela, caramelos o dinero. Los oirás gritar "One dollar !". Lo mejor es no alentar nunca esta mendicidad para que no siga desarrollándose. Si quieres donar dinero, objetos o materiales, lo mejor es dirigirse a las asociaciones que hay por todo el país y que sabrán ocuparse mejor del asunto.