El cuarto jueves del mes de noviembre de cada año se celebra en Estados Unidosla fiesta de Acción de Gracias, que marca el inicio de temporada de las fiestas, conmemora el festín que los primeros colonos ingleses compartieron con los indios y por el que se da gracias a Dios, de ahí el nombre en inglés « thanksgiving ». Pero tanto para los cristianos como para los ateos, ese día supone una buena oportunidad para comer bien y descansar en familia antes de que empiecen las compras navideñas y el terrible «Black Friday».
La historia que se esconde tras la fiesta
Aunque la tradición de celebrar el día de Acción de Gracias se remonta a la llegada de los primeros colonos en el siglo XVII, no es hasta el año 1863 bajo la presidencia de Abraham Lincoln cuando este día se hace oficial. El último jueves de noviembre supone una oportunidad para darle las gracias a Dios por toda la abundancia que hay en el Nuevo Mundo, tal y como sucedió en el primer día de Acción de Gracias, celebrado en 1621 por los colonos ingleses tras una temporada de cosechas muy buena.
Según citan fuentes de la época, el festín se habría repartido entre 90 indios a los que se les habría permitido sobrevivir gracias a donaciones de comida y a que se les habría enseñado a cultivar maíz y a pescar anguilas.
Los platos típicos
Creyentes o no, la fiesta de Acción de Gracias la celebran casi todos los estadounidenses, pues para ellos se trata de una fiesta nacional. Eso sí, ellos eligen a quién darle las gracias en su oración, ya sea a Dios o a los indios,cantes de comenzar con el festín. También existe la opción de no decir nada y lanzarse directamente sobre el pavo, el elemento central de cualquier comida de Acción de Gracias que se precie. Si lo preparas de forma tradicional, este debería llevar un relleno de pan, verduras, nueces o frutas, según gustos, e ir acompañado de una salsa de arándanos y otra elaborada con el jugo de la carne, el «gravy». Como acompañamiento, se sirven normalmente puré de patatas, judías verdes y huevos rellenos, que en inglés se conocen como «deviled eggs». Lo más exótico en cuanto a la comida para nosotros puede que sea el pan de maíz, en el que se unta mantequilla, o quizá los postres. El pastel de calabaza es el postre que se lleva la palma en las mesas del país. Los otros dos postres que le hacen la competencia son la tarta de nueces y la de patatas dulces, un postre originario del sur de los Estados Unidos y que es representativo de la "comida soul" que crearon los esclavos afroamericanos.
Las tradiciones asociadas a la fiesta de Acción de Gracias
El día de Acción de Gracias es también una buena ocasión para celebrar algunas de las tradiciones estadounidenses, por muy raras que sean, como que el presidente bendiga un pavo en directo para todo el país. Acción de Gracias es desde siempre un día festivo. Además, algunos colegios y universidades cierran sus puertas durante unos días o incluso una semana. Durante este día también tienen lugar una serie de desfiles. El más grande se celebra en las calles de Nueva York y en él pueden verse carrozas de colores y actuaciones de todos los tipos.
Pero este día indica asimismo la fecha en la que comienzan las fiestas de fin de año y, en un país en el que el consumismo es el rey, también el comienzo de las compras de Navidad. Cuando se termina la cena, no es raro que muchos miembros de la familia o amigos se vayan a trabajar a una tienda a esperar con pánico los primeros clientes del Black Friday. El día después de Acción de Gracias, justo a medianoche, se abren las puertas de las tiendas durante un día entero en el que las rebajas son bestiales. El adjetivo "black" (negro) de "Black Friday" describe a la masa de gente que intenta abrirse paso para entrar a las tiendas y a los centros comerciales. Así que más vale quedarse en casa y seguir disfrutando de Acción de Gracias unos días más gracias a los restos que queden del único festín estadounidense que puede competir con nuestras comidas navideñas.
