En cualquier época del año que visites Killarney, encontrarás hoteles o B&B para alojarte. En efecto, el turismo es la principal actividad económica de la ciudad, ubicado estratégicamente a la entrada del Anillo de Kerry y cerca del Parque Nacional de Killarney.
En el centro, me gustó mucho pasear por el laberinto de estrechas callejuelas llenas de tiendas y puestos que vendían productos artesanales, y también de restaurantes y pubs, donde, cada noche, se puede escuchar música tradicional.
El Parque Nacional de Killarney, primer parque nacional de Irlanda, encantará a todos los amantes de la naturaleza. Se extiende en una superficie de más de 100 km2 cubierta de lagos, montañas y bosques.
El Anillo de Kerry o, mejor dicho, el Ring of Kerry, es un circuito panorámico de 180 km. Es la excusa perfecta para visitar los numerosos y magníficos lagos de Killarney. Yo hice el recorrido en un autobús turístico, pero lo ideal es ir en coche para que puedas detenerte en los sitios que te apetezca y tomarte el tiempo que consideres necesario. Este circuito te ofrece la oportunidad de contemplar los maravillosos paisajes de Irlanda.
Además, guardo un bello recuerdo de mi visita al parque nacional de Killarney. Hice una excursión increíble por la «Mossy Wood Nature Trail», una ruta francamente agradable. El musgo lo recubre absolutamente todo, desde las piedras hasta los árboles, y dota al bosque de un carácter muy particular. Pero hay que tener mucho cuidado. Son incontables las veces que casi me caigo por culpa del musgo húmedo.
Durante tu estancia en Irlanda es imprescindible visitar la ciudad de Killarney y sus alrededores. Aunque uno dedica más tiempo visitando el famoso Ring of Kerry y el primer parque nacional de Irlanda (Killarney National Park) sólo hace falta ver el centro de Killarney, lo tiene todo.
Me encantó la St. Mary's Cathedral. El ambiente es muy relajante y la luz entra en la iglesia a través de sus vitrales multicolores. Fíjate en el majestuoso órgano que domina la iglesia.