Durante nuestra estancia en Irlanda , nos gustó especialmente Waterford y las maravillosas creaciones de los artistas de la fábrica de cristal. Por supuesto, fuímos al "triángulo vikingo" y visitamos la famosa torre de Reginald. Escuchamos las explicaciones de nuestro guía, que nos mostró los vestigios del paso de estos hombres del norte, que se asentaron en la ciudad.
Habiendo disfrutado de la visita de estos dos lugares imprescindibles, optamos por salir de la ciudad y hacer algunas caminatas por los alrededores.
Nos dirigimos hasta Templetown y el faro de Hook Head, ya que el clima había mejorado. En Templetown, tuvimos el placer de ver a los templarios con trajes de época, que hacían una peregrinación a la tumba de sus antepasados y al faro de Hook, y coincidimos con otros propietarios de autocaravanas con los que pasamos una noche agradable y tranquila.