Aunque es más importante que Hella, el pueblo de Hvolsvöllur tiene menos encanto, en mi opinión. Sin embargo, como todas las localidades importantes entre Reikiavik y Vik, es una opción interesante para todos aquellos que desean descubrir la región y, por qué no, pasar allí algunos días para visitar Skogar y Landmannalaugar, por ejemplo.
En Hvolsvöllur se encuentra también el Saga Center, un interesante museo que muestra la historia de las sagas y que solo abre entre mayo y septiembre. Me gustaron mucho las recomposiciones de escenas y los objetos expuestos de la época los vikingos y los primeros habitantes de la isla.
Por último, si quieres hacer un paréntesis de la gastronomía islandesa por un día, la pizzería Gallery tiene pizzas de gran calidad que hacen las delicias de los lugareños.
En el interior del pueblo hay un museo sobre las sagas islandesas, ya que la región es la cuna de una de las sagas más famosas del país.
El pueblo ofrece un montón de actividades turísticas y deportivas: golf, pesca del salmón y la trucha en los distintos cursos de agua del lugar, rutas a caballo... El pequeño aeropuerto, además, conecta con las islas del archipiélago de Vestmann, formado por erupciones volcánicas hace 10.000 o 12.000 años. Una de las islas más jóvenes del mundo se encuentra allí. Podrás explorar fácilmente el sur de Islandia desde esta ciudad: Skogar, Skogafoss y el volcán Eyjafjallajokull.
Entre octubre y marzo, quizá tengas la suerte de ver alguna aurora boreal durante tu viaje por Islandia. Debido al tamaño reducido del pueblo y los lugares algo aislados de sus alrededores, hay poca contaminación lumínica.