En los semáforos, una música indica cuando hay que atravesar, y los distribuidores de billetes de transporte tokiotas generalmente cuentan con indicaciones en braille. Además, cada vez mas lugares son gratis para las personas discapacitadas y un acompañante.
Un buen número de ciudades japonesas cuentan con aceras muy estrechas que no facilitan mucho la circulación en silla de ruedas, pero cuentan con baldosas podotáctiles y señalizaciones programadas para los discapacitados visuales. Además, hay poco (o nada) de bordillo para pasar del paso de peatones a la acera.
En los transportes públicos, los espacios adaptados están reservados, y las personas que tienen otras discapacidades pueden ocupar plazas llamadas yûsen-zazeki, cerca de las salidas. En caso de que los trenes no cuenten con un acceso a nivel, el personal de la estación puede instalar una rampa en un momento.
Los edificios modernos están casi siempre equipados con rampas de acceso y la mayoría de los edificios y estaciones cuentan con ascensores.
La página Accessible Japan propone información bastante completa sobre los viajes para las personas con movilidad reducida.