Durante un viaje por Asia Central, Bishkek es una etapa clave para obtener tus visas. En efecto, para los nacionales de la Unión Europea hay un límite de 90 días sin visa para estancias en el país. El lugar es, sin embargo, muy frecuentado por los viajeros que desean obtener sus visas para los países vecinos.
Sin embargo, si ese es tu caso, te aconsejo que te armes de paciencia, la burocracia en los antiguos países soviéticos es, digamos, "especial". Por otra parte, por lo que se refiere a los albergues, muchos están situados ya frente a las diferentes embajadas...
Me quedé ocho noches en Bishkek (intercaladas con escapadas a los alrededores), la ciudad no es muy bonita, se siente aun la influencia soviética: los grandes bloques de edificios de hormigón, las amplias y largas avenidas rectilíneas.
Si estás "atrapado" en Bishkek por razones administrativas, te aconsejo que vayas a deambular por el bazar de Osh, perfecto para impregnarte de la vida local y las hermosas sonrisas doradas de los kirguisos. Atención a los carteristas, abundan en los bazares, los occidentales están muy rápido en el punto de mira...
Ubicada en una llanura en los confines del norte del país, la ciudad de Bichkek es una ciudad agradable de algo menos de un millón de habitantes. Fundada a finales del siglo XIX, la capital de Kirguistán no cuenta nada más que con unos pocos sitios históricos interesantes para los turistas. Aunque me gustó el ambiente especial que reina y la modernidad del entorno que contrasta radicalmente con el resto del país, no me sentí cautivado del todo por la visita.
Kirguistán es de hecho un país famoso por su hermosa naturaleza, sus tierras altas, sus montañas y sus paisajes, y no por sus barrios soviéticos, sus grandes avenidas, o sus ricos edificios administrativos. Así que aunque Bichkek pueda representar un buen lugar como base para explorar Kirguistán, te recomendaría que fueras directamente al interior del país.
Bichkek es una ciudad sin un atractivo particular, pero bastante agradable para conocer. Las avenidas son largas, no hay demasiado tráfico, la gente es tranquila y bastante amable. En resumen, es una buena ciudad de fin de viaje en Kirguistán antes de tomar el avión o comenzar un circuito para prepararse y reunir todo el equipo para después (gas, mapa, visa, comida de todo tipo...).
En cuanto a las actividades o atracciones, hay algunos monumentos y parques en los que nos podemos pasear, aunque no son nada del otro mundo. Por el contrario, el bazar Osh es una verdadera atracción, desde que entramos, nos damos cuenta de que estamos indudablemente en Oriente. Especias de colores, frutos secos, ruido, y tiendas de todo tipo. Te recomiendo esperar un poco para probar el kumis, porque el del bazar es más áspero que refrescante y es bastante fuerte.