La fundación del imperio mongol por el gran Khan
Los primeros habitantes de Mongolia aparecen hace 500.000 años. El primer pueblo mongol conocido es el pueblo ouighour de Asia Central, entre el 1.600 y el 1.160 antes de Cristo. Su influencia sobre la cultura mongola actual es importante. En el 1155 nace Temujin, el futuro gran Khan, un conquistador mongol que marcó la historia del país hasta el punto de que aún hoy en día es todo un mito.
En 1206, se convirtió en el emperador de todos los mongoles. En ese momento comienzan las grandes conquistas mongolas. En su máximo apogeo, el imperio controlaba la mayor parte de China, Corea, Indochina, Birmania, Irán, Irak, Asia Menor, Rusia, Polonia, Hungría, y un parte de Siberia y de los Balcanes.
De la invasión china a la revolución comunista
La expansión del Imperio Mongol termina en 1260, y la muerte de Genghis Khan marca el comienzo de la caída del Imperio Mongol. En 1650, la dinastía Qing de China controlaba Mongolia. El país obtuvo su independencia en 1911. El camino a la independencia fue liderado por Bogd Gegen, uno de los personajes más importantes de la historia de Mongolia. Los chinos llegaron en 1919 con la intención de imponerse, la intervención de los rusos lo impidió.
En 1921 se produjo la revolución comunista en Mongolia, que fue el primer país después de la URSS que se pasó al comunismo. La República Popular de Mongolia se proclamó en 1924, con la muerte de Bogd Gegen. En 1935, Mongolia se enfrenta a la invasión japonesa. La URSS ayudó a Mongolia y consiguó que las fuerzas japonesas se retirasen en 1939. En 1961, Mongolia se unió a la ONU. El país está absolutamente alineado con Moscú, que le proporciona ayuda.
La retirada de Rusia y la apertura al mundo
Cuando Rusia puso fin a su asistencia y exigió el pago de 6.000 millones de dólares en concepto de deuda, la economía de Mongolia se hundió. Una cuarta parte de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, y miles de desempleados viven en yurtas. En los años 90, el país comienza a democratizarse. Al mismo tiempo se lleva a cabo la transición entre comunismo y capitalismo. Mongolia se abre a sus vecinos japoneses y coreanos, y mantiene una política equilibrada con China y Rusia.
En 2006 se celebraron los 800 años del Imperio Mongol. La economía de Mongolia, impulsada por la demanda china de recursos minerales como el carbón, el cobre y el hierro, está experimentando un fuerte crecimiento. Pero las desigualdades siguen existiendo, lo comprobarás durante tu estancia en el país.
