Desconocidos en el extranjero
Mongolia es un país que está demasiado lejos, demasiado aislado y muy poco mediatizado. Permanece demasiado en secreto como para que cualquiera sea capaz de citar el nombre de algún personaje célebre y conocido fuera de las fronteras del país. Antes, durante o después de tu viaje a Mongolia te seguirá siendo difícil y poco evidente conocer y sobre todo retener el nombre de un personaje mongol famoso. Los pocos que son conocidos, lo son solo en el propio país y su notoriedad nunca consigue llegar hasta occidente. Únicamente los especialistas en un dominio específico o los verdaderos apasionados del país podrán nombrar a una o varias celebridades mongolas. Una hazaña imposible para el resto de los mortales.
Los desaparecidos
El primer mongol reconocido por la historia nació en 1162. Tras una vida de miseria, Temujin logró unificar a las diferentes tribus que se encontraban en guerra. Por ello recibe el título de dirigente universal y se hace conocer con el nombre de Gengis Kan. Durante tu viaje a Mongolia escucharás mucho su nombre.
Roman Fedorovitch Von Ungern-Sternberg no tenía nacionalidad mongola pero fue aquí donde se hizo famoso. Fue un cruel general militar que conquistó Ulán Bator en 1920. Debido a su personalidad, fue apodado el barón sanguinario o el barón loco. Además sirvió de inspiración a Hugo Pratt para escribir la historieta de «Corto Maltés en Siberia».
Khorloogiin Choybalsan era conocido como el Stalin mongol. Bajo el reinado de este tirano, casi la totalidad del clero desaparece y todos los monasterios del país quedan arrasados.
Dumdin Sükhbataar es para todos los mongoles un héroe nacional ya que liberó al país del control de Roman Fedorovitch Von Ungern-Sternberg. Su retrato todavía figura en los billetes del banco.
Los que siguen vivos
Gurragcha Zhugderdemidiyn es muy conocido entre los fanáticos de la conquista espacial. Este general del ejército del aire e ingeniero aeronáutico fue el primer mongol enviado al espacio.
En el mismo ámbito, pero con los pies en la tierra, Tserendeleg fue el primer mongol que piso el Ártico. Durante más de un año trabajó allí como ingeniero en aerología.
A medio camino entre la tierra y el espacio, Gotovdorj Usukhbayar fue el primer mongol que llegó a la cima del Everest, la más alta del mundo.
