Las diferentes religiones
Durante tu estancia en el país, descubrirás rápidamente a lo largo de tu viaje por Namibia que la religión juega un papel muy importante en la vida de todos los días para sus habitantes.
En Namibia se estima, según los últimos censos y estadísticas oficiales, que los cristianos representan el 90% de la población del país. Si los católicos son bastante numerosos, lo son aun más los miembros de la iglesia luterana que sigue siendo la que acoge mayor número de fieles en todo el país. Cada año se observa la subida del número de protestantes, evangelistas, testigos de Jehová, pentecostales, adventistas, metodistas y baptistas. Sin embargo, este fenómeno es un poco menos visible aun que en muchos otros países del continente africano.
Durante tu estancia encontrarás numerosos lugares de culto y si pasas cerca de uno de ellos en domingo, no dudes en seguir a la multitud de hombres, mujeres y niños que van vestidos, todos ellos, con sus mejores galas. Déjate guiar por los cantos que se escapan hasta las calles y empuja la puerta de una de las iglesias para asistir al oficio y captar el fabuloso fervor que se respira.
Las creencias ancestrales
El restante 10% de la población no cristiana está, sobre todo, constituido por comunidades tribales que viven especialmente en el norte del país, como por ejemplo, los Herero, los Himba y los San. Estos últimos practican aun la religión animista y tienen un profundo respeto por los espíritus de los difuntos que, según ellos, sirven de intermediarios entre sus descendientes y los dioses.
Al acercarte a estas comunidades durante tu estancia intenta, en la medida en que puedas, quedarte con ellos el mayor tiempo posible y no te contentes con una simple visita relámpago como hacen la mayoría de los turistas. Durante tu estancia vas a aprender mucho sobre sus diferentes ritos y prácticas religiosas. Verás que para garantizar buenas cosechas, proteger el ganado, curar una enfermedad o protegerse de un maleficio, los habitantes no dudan en depender de los poderes de los brujos y los espíritus.
