Gniew es de esas pequeñas ciudades de la Baja Vístula que contienen un sorprendente patrimonio medieval, legado por los caballeros teutónicos cuyo estado cubría la región. Arquitectura germánica del norte que concede la hermosura a los ladrillos rojos, estilo gótico, los lugares que han conservado las características de esta época tienen mucho encanto.
El sitio más célebre de Gniew es Ordensburg, castillo medieval de ladrillo rojo, uno de los bastiones de los caballeros, a imagen del de Malbork, su capital. Su visita es una inmersión en la Edad Media de esta curiosa orden cruzada que se construyó un estado en Polonia. Su patio interior, coronado por una vidriera contemporánea bastante acertada, es muy agradable.
Después, están las hermosas callejas medievales del centro de Gniew, bien conservadas, y la iglesia gótica de San Nicolás, una pequeña joya. Hay que destacar que Gniew, en su pequeño promontorio sobre el río Vístula, ha conservado un encanto de antaño bien marcado. Una hermosa etapa.