El Parque Nacional de los Tatras se extiende por el centro del país de Eslovaquia, como una especie de barrera natural que divide el oeste, más opulento, del este, con mayor retraso económico. Los paisajes que ofrece el parque son de gran belleza: cumbres de vértigo que culminan a «tan solo» 600 metros, pero, que al no haber pre-montañas, resultan especialmente abruptos e impresionantes.
El Parque Nacional, de tamaño bastante reducido teniendo en cuenta el número de cumbres que lo componen, tiene muchas rutas de senderismo para todos los niveles en verano, y excelentes dencensos de esquí en invierno. Además, es una famosa reserva animal y vegetal, ya que el Parque Nacional de los Tatras cuenta con una de las mayores concentraciones de osos de Europa. Una visita imprescindible en un viaje a Eslovaquia.