Situada en las proximidades de Braga, la ciudad de Guimaraes es, a menudo, considerada como la cuna de la nación portuguesa. Y no es exagerado decir que eso se siente hoy día, con evidencias históricas importantes para una ciudad de tamaño medio de alrededor de 50.000 habitantes. Pasearse por las calles de Guimaraes es volver atrás en el tiempo, las intrincadas callejas medievales de su casco antiguo medieval hasta su castillo casi milenario, pasando por su plaza central en la que se extienden las terrazas de numerosos cafés. Es un verdadero placer.
No es sorprendente, pues, que me gustase particularmente mi estancia en este lugar, además la ciudad cuenta también con una importante universidad, que anima, gracias a sus numerosos estudiantes, la vida nocturna y cultural de Guimaraes. ¡Una etapa indispensable en un viaje por Portugal!
Guimarães es una ciudad muy bonita cargada de historia, en efecto está considerada como la cuna de la nación porque numerosos hechos que datan de 1128, en particular la batalla de São Mamede que tuvo lugar allí, condujeron a la independencia de Portugal (1139).
Me quedé varios días para pasear por las calles de esta ciudad sorprendente, de hecho su centro medieval está extremadamente bien conservado, lo que le ha valido su inscripción en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO. Es esencial visitar el impresionante palacio de los duques, edificio del siglo XV. El castillo de Guimarães domina la ciudad y también vale la pena echarle un vistazo. Lo has comprendido, es una etapa que no se puede dejar de hacer durante tu circuito por Portugal.
Guimarães fue consagrada como capital europea de la cultura en 2012 para promover su riqueza cultural en el seno de la comunidad europea.
Guimarães es una ciudad con un pasado ilustre puesto que aquí nació el primer rey independiente de Portugal y es, también, desde aquí que se lanza a la reconquista del país contra los moros. Pero es, sobre todo, la calidad de la conservación de los antiguos edificios de la ciudad lo que me sorprendió, y ciertos barrios antiguos de la ciudad no son, probablemente, muy diferentes de lo que eran en la Edad Media. La UNESCO, además, ha clasificado su centro como patrimonio mundial, no verás un barrio medieval mejor conservado durante tu visita a Portugal.
Hay que visitar el casco antiguo, donde hay numerosos edificios del siglo XIV, así como el castillo de Guimarães, impresionante edificio medieval que tiene más de un milenio. Para pasear, recomiendo la montaña "da Penha", desde donde se tiene una vista impresionante de los alrededores, y las plazas de Santiago y "da Oliveira", en las que la efervescencia de las gentes en fiesta queda por encima del patrimonio en un marco siempre encantador.