Situada en la costa asiática del estrecho de los Dardanelos, su posición estratégica a las puertas de Asia le ha otorgado siempre una gran importancia militar. Comenzando por la mítica ciudad de Troya, perfectamente descrita por el poeta Homero en la Ilíada, y cuyo emplazamiento se encuentra muy cerca de la ciudad moderna de Çanakkale. Sin embargo, te aviso de que a mí el sitio me decepcionó un poco, ya que me pareció que no había muchas ruinas interesantes.
La ciudad de Çanakkale en sí me gustó bastante. Su ambiente joven y académico se presta a pasar noches animadas por las calles, aunque no creo que hagan falta más que unas horas o una noche. En resumen, es un buen campamento base para explorar las riquezas arqueológicas e históricas de sus alrededores.
No se visita Canakkale de la misma forma que uno exploraría la Capadocia o Bodrum. En efecto, la regióntestigo de un pasado sangriento inspira un sentimiento de cierta reserva. Estuve allí durante los meses de invierno y el aspecto desértico del lugar no hace otra cosa que ampliar esta impresión. Sepulturas militares y monumentos conmemorativos son los principales puntos de interés y, en todos estos lugares, la emoción es casi tangible. En cuanto a la ciudad, tiene un bonito puerto.
Situado al borde del estrecho de los Dardanelos, el memorial de los mártires rinde homenaje a los cientos de miles de muertos de la batalla de Gallipoli. El año 2015 marca, además, el centenario de esta sombría batalla y están previstas numerosas conmemoraciones.
En la misma región, considera descubrir los restos de Troya que yo, personalmente, no visité.
Si no tienes una razón personal para visitar Canakkale (un gusto particular por la historia turca, historia familiar...), no te recomiendo este lugar como una prioridad. Es preferible dejarlo para un segundo viaje por Turquía o una larga estancia en el país.