Viña del Mar es un buen lugar para pasar una semana de vacaciones al lado del mar, para disfrutar del sol y la playa. No hay muchos monumentos a ver. Lo que más me gustó fue el reloj de flores que hay cerca del paseo marítimo.
Una de las cosas que más me gustó de la ciudad es la abundancia de restaurantes de sushi a buen precio.
Viña del Mar también es conocida por su festival de música, el llamado Festival Internacional de la canción de Viña del Mar. Tiene lugar todos los años en febrero. Yo nunca fui pero he oído muchas cosas buenas sobre la calidad del mismo.
Viña del Mar y Valparaíso son dos ciudades gemelas que no se parecen en nada. Los habitantes de Viña del Mar te pondrán sobre aviso si decides descubrir Valparaiso: "ciudad sucia", "insegura", "llena de mendigos"... Es cierto que la ciudad de Pablo Neruda se significa frente a las excursiones bling-bling de Viña del Mar.
La más famosa estación balnearia de Chile, Viña del Mar, tiene la ventaja de estar muy próxima a la capital chilena, Santiago, lo que la convierte en un destino turístico muy popular entre los chilenos. A pesar de las gélidas aguas (y mido mis palabras), los turistas acuden a la playa de Reñaca, la playa del barrio más exclusivo de la ciudad. Si no estás bien bronceado, te aconsejo hacer una excursión al Museo Fonck así como a la Quinta Vergara, una antigua mansión burguesa reconvertida en museo de Bellas Artes. Por la tarde, tómate un helado paseando a lo largo de la avenida Perú a la puesta del sol,
Viña del Mar no posee el encanto de Valparaíso pero es un lugar ideal para pasar las vacaciones en familia durante un viaje por Chile.