Nahuel Hapi (Argentina)

Nahuel Huapi es uno de esos lugares a los que uno siempre desea volver. Situado a los pies de la cordillera de los Andes, el parque es increíble, con sus aguas cristalinas, sus altas cumbres y sus frondosos bosques. Los amantes de la botánica disfrutarán admirando el ciprés de la Patagonia, la araucaria chilena o el lirio de los incas, mientras que los aficionados a la zoología podrán observar al tuco-tuco colonial, una especie de roedor, y al pudú, un pequeño cervatillo.

Los aficionados y apasionados del senderismo estarán encantados, ya que hay rutas para todos los gustos. Desde la pequeña escalada al Cerro Catedral, junto a San Carlos de Bariloche, hasta la ruta que conecta el Cerro Panguinal con el lago Espejo Chico, al norte del parque, nadie quedará decepcionado. Dondequiera que me encontrara, dentro del parque Nahuel Huapi me sentía pequeño, muy pequeño. Y la verdad es que esa sensación me encantaba.

A buen seguro haréis escala en este lugar del país, en caso de que incluyáis la Patagonia en vuestro periplo argentino. De hecho, sería una idea genial, porque en Nahuel Huapi todo es extraordinario y está muy bien organizado. Abundancia de actividades al aire libre, pesca, escalada y senderismo... ¡Me encantó! Eso sí, no esperéis un cambio radical en los paisajes: parte de la vegetación procede de nuestros países europeos.

Si vuestro presupuesto os lo permite, el principal "must" a visitar es el lago del mismo nombre y que podréis visitar en catamarán. Además, el parque es inmenso: presenta multitud de ofertas de senderismo para visitar sus lagunas, sus cerros y también otros glaciares. Por mi parte, quiero hacer una mención especial de los alrededores del refugio Frey; ¡aquello es el paraíso de los amantes de la escalada!