Ir a las Salinas Grandes es toda una aventura. El trayecto es de hora y media desde Purmamarca, situado más de 1000 m más abajo. Recuerdo la vertiginosa Cuesta de Lipán, un puerto de 30 km de trazo muy estrecho. El punto culminante de la carretera alcanza los 4.170 m. Guardo un gran recuerdo de aquello.
Después, la llegada a las salinas superó todas nuestras expectativas. Una inmensidad blanca, a veces recubierta de una fina película de agua durante la temporada de lluvias. Aún hay obreros, con uniformes que les cubren totalmente, explotando este «oro blanco». Un espectáculo de una pureza sin igual. Un paisaje obligado durantetu visita al noroeste de Argentina.
Salinas Grandes también es el típico decorado de fotos cómicas de viajeros jugando con las perspectivas. ¡Sé creativo!