Junto a Jujuy, Salta y Tucumán, Catamarca es una de las provincias del noroeste argentino. Menos conocida que las tres primeras, esta zona de alta montaña cubierta por la Puna merece la pena ser recorrida.
Los lugares que más me gustaron fueron: San Fernando del Valle de Catamarca y su encantadora iglesia de arquitectura de inspiración colonial; la Reserva de Biosfera Laguna Blanca y su laguna homónima, en donde encontrarás numerosos artesanos locales; el Campo de Piedra Pómez y sus numerosas formaciones rocosas y dunas de arena; o el Salar del Hombre Muerto, a los pies del volcán Galán. Y no puedo dejar de mencionar el Ojo de agua, con sus aguas rojas, o la laguna del Peinado, cuyas aguas son sin embargo de color esmeralda.
Lejos de las grandes aglomeraciones de turistas, Catamarca es una región muy discreta que alberga sin embargo tesoros naturales extraños y protegidos. Debes conocerla...