En la inmensidad de la Puna argentina, el Cono de Arita es un cono conformado por lava negra y sal. Con una altura de 200 m, domina el Salar de Arizaro. Este último es conocido por ser el mayor salar de Argentina y el tercero del mundo tras el Salar de Uyuni, en Bolivia, y el Salar de Atacama, en Chile.
Para llegar al Cono de Arita, tendrás que recorrer la Ruta 51, que conecta Salta con San Antonio de los Cobres, y luego la Ruta 27, en dirección a Tolar Grande. Es imposible que no lo veas cuando llegues al lugar: su color oscuro contrasta con el blanco inmaculado del salar.
En otra época, el Cono de Arita era un lugar de culto para los indios de la región y actualmente hace las delicias de los viajeros que vienen a descubrir los tesoros del noroeste argentino. Debido a lo aislado que está y a su atmósfera de paz y tranquilidad, el Cono de Arita es un lugar ideal para meditar. En los alrededores del Salar de Arizaro encontrarás animales fosilizados en sal.