Frente a sus inmensas piedras volcánicas, se tiene la sensación de haber viajado a otro planeta a la llegada al Campo de Piedra Pómez. Ante nuestros ojos, las rocas porosas y de colores ocre y blanco están colocadas desde hace miles de años, pareciendo extenderse hasta el infinito.
Nuestro guía nos explica que las rocas se forman tras la expulsión a los aires de ríos de lava calentada a más de 500°C. Es difícil de imaginar, tanto que me parece surrealista...
Para evitar el flujo de turistas y disfrutar de la calma del ambiente de esta zona natural protegida, te recomiendo levantarte temprano. Es imposible describir mis sensaciones ya que los paisajes del Campo de Piedra Pómez no se parecen a nada que haya explorado antes en mi viaje por la Argentina.