A dos horas de carretera de Puerto Madryn se encuentraPunta Delgada, un paraíso para los apasionados de la fauna marina. Desde nuestra llegada, el fuerte olor a pescado que emana de las playas de los alrededores nos indicaba la presencia de elefantes y leones marinos. Es en este lugar donde los pinnípedos protegen el fruto de su amor.
Primero visité el lugar donde se encontraban los elefantes marinos y quedé muy impresionada por su... ¡fealdad! Deben su nombre a la enorme trompa que tienen por nariz. Mariano, nuestro guía, nos explicó que los machos pueden llegar a alcanzar las 6 toneladas. Por lo que se puede entender la dificultades que tienen para desplazarse...
Tras esto nos dirigimos a otra playa en la que el guía nos dijo que habitaba una colonia de leones marinos. Estos traviesos animales con aspecto de focas pequeñas son más gráciles que sus vecinos los elefantes marinos. Los leones marinos macho sintieron nuestra presencia y comenzaron a rugir. Mariano nos contó que cada macho posee su propio “harén” de 20 hembras. “¡El sueño de todo hombre argentino!”, bromeó.
Si deseas tener una experiencia memorable y admirar de cerca la fauna marina de la Patagonia, visita Punta Delgada. Y no te olvides de visitar también el Área Natural Protegida Península Valdés para observar pingüinos de Magallanes y Puerto Pirámides para observar ballenas francas.
La península Valdés es una desconcertante reserva nacional del norte de la Patagonia. Este lugar me sorprendió muchísimo: descubrí que la Patagonia no se limita a la pampa, a Tierra de Fuego, a los lagos turquesas o a los glaciares (elementos que por sí mismos ya forman un buen conjunto). Me atrevería a decir que podría ser el único objeto de un viaje a Argentina, tal es su esplendor y su inmensidad.
Suele acudirse principalmente (o exclusivamente) a la península para observar la fauna marina. Hay tres lugares privilegiados para ello: Puerto Pirámides, pequeña localidad desde la que parten barcos balleneros (actividad que se realiza de junio a diciembre y que no es del agrado de los ecologistas); la Punta Norte, donde las orcas vienen literalmente a devorar a los animales que se tumban al sol sobre la arena de febrero a abril; y, por último, Punta Delgada, que es la estrella de esta selección y donde no sucede nada particularmente dramático.
Aquí colonias de leones marinos encallan en la playa. El otro punto de interés del lugar es su gran faro rojo, donde mucha gente viene a comer algo (y a dejarse parte de su presupuesto). Me gustó mucho el camino que conduce aquí, principalmente porque se pasa por pequeños salares (desiertos de sal). Algunos pingüinos se han instalado un poco más al norte de la punta. Este es un lugar agradable pero, en mi opinión, si tienes poco tiempo, ten como prioridad visitar la Punta Norte; allí las colonias son notablemente más grandes.