Nada mejor que un viaje por el noroeste argentino para descubrir paisajes áridos dignos de los más grandes decorados del spaghetti western. Si tomas la carretera que lleva hasta San Salvador de Jujuy, tal vez pases por San Lucas, una pequeñita aldea de unos cien habitantes.
Un consejo, no te pares, la aldea no tiene interés alguno. En caso de necesidad, puedes detenerte en Valle Grande, un municipio de 700 habitantes al pie del Cerro Ovejería. Los paisajes verdes que contrastan con las rocas rojizas y ocres del entorno se deben a la presencia de cañas de azúcar. El clima subtropical de Jujuy es ideal para el cultivo de este tipo de plantas. Por otra parte, la mayoría de los habitantes de la región participa en la cosecha.
Las montañas y los bosques de San Lucas están muy bien para hacer camping y senderismo. Puedes explorar cómodamente los pueblos de los alrededores dando un paseo a caballo. Pero la principal atracción de la provincia es la Quebrada de Huamahuaca, a unos cuantos kilómetros de distancia, a lo largo del Río Grande.