Construida sobre una isla y bautizada en homenaje a uno de los primeros presidentes de Brasil, Floripa es un destino muy apreciado tanto por los brasileños como por los extranjeros iniciados en Brasil.
A Floripa se suele ir generalmente para hacer surf, para descansar y no hacer nada en la playa y por su animada vida nocturna. El lago de la ciudad (Lagoa da Conceição) es también un punto caliente para los deportes acuáticos de la región. Así que, surfistas, preparad las tablas. No dudes en alquilar un coche, las playas están casi siempre bastante aisladas e ir en coche es casi siempre mas simple (aunque no obligatorio)
De Florianópolis me gustó mucho la llamativa playa de Jurêrê Internacional (presupuestos limitados, abstenerse) Un destino muy agradable durante una estancia en Brasil.
Fundada en 1726, en pleno apogeo de la caza de ballenas practicada por inmigrantes venidos de las Azores, Florianópolis es ahora una próspera ciudad de 300.000 habitantes, y la última etapa de mi viaje a Brasil.
Llegamos en período navideño y el ambiente era muy festivo. Paseamos por las calles animadas y decoradas. Hasta me encontré una pesebre viviente. Visitamos el mercado de pescado, con sus puestos de venta de anchoas, salmón, pez espada, mero, rodaballo y muchos otros, camarones pequeños y grandes, ostras de la laguna, etc. Hacía mucho que no veía un mercado tan hermoso. Aprovechamos la oportunidad para hacer compras de Navidad, principalmente marisco y ostras.
Paseamos sin rumbo fijo por las calles. Había museos y un centro cultural. La vista de la playa era tentadora y no pudimos resistirnos a un buen baño.
"Brasil dime que se siente... Tener a tu papá en tu casa..."
He aquí la cancioncilla "amistosa" de mis amigos argentinos para nuestros anfitriones brasileños durante nuestra estancia en Florianópolis, o Floripa, su apodo cariñoso. Y sí, es bestial la rivalidad entre argentinos y brasileños; ya sabéis, el Mundial de fútbol...
Me encantó de veras este pedacito de cielo brasileño, y cabe decir que en Argentina las playas brillan prácticamente por su ausencia. Entre mis sitios favoritos: la playa de Mozambique y su arena totalmente blanca; el pueblo pesquero de Barra de Laguna; el Mirador de la Laguna de Concepción, por sus espléndidas vistas del pueblo; la playa Joaquina para practicar el sandboard y la playa de Armazón, conocida por su población de ballenas.
He de confesar abiertamente que nuestras vacaciones en Brasil no fueron precisamente culturales; sin embargo, me enamoré de aquel reducto natural de paz aun a pesar ser un lugar demasiado turístico.