El gobierno tiene la intención de lanzar una campaña para mejorar la accesibilidad de las infraestructuras para las personas con movilidad reducida, ya sean turistas o locales.
En un país en el que un gran número de habitantes ha sufrido los estragos de la guerra y las minas antipersonas, es curioso observar la grave falta de infraestructuras así como el poco interés por las personas con discapacidad. Muchos restaurantes e incluso complejos hoteleros no cumplen con las normas de adaptación para las personas con movilidad reducida. Algunos hoteles no cuentan ni siquiera con un ascensor.
La oferta turística está en proceso de adaptación
Afortunadamente, cada vez se ven más hoteles adaptados: las grandes cadenas hoteleras, presentes en Phnom Penh y en Siem Reap, están provistas de todas las comodidades y servicios necesarios. Incluso si tu presupuesto es limitado, muchos hoteles del centro cuentan con plataformas adaptadas para personas con discapacidad, y el personal siempre estará dispuesto de ayudarte en tus desplazamientos.
En cuanto a las visitas a los templos por ejemplo, se pueden organizar excursiones y moverse en coche o tuk-tuk alrededor de todos los templos. Sin embargo, muchos de ellos requieren subir muchos escalones, como sucede en Angkor Wat.
El acceso por las calles
En un recorrido por Camboya, nos damos cuenta rápidamente de que hay algo que falta por todas partes en el país: aceras. Existen en las grandes ciudades, pero se emplean para ubicar los puestos comerciales o las motos. Así que son intransitables. Por lo tanto, las personas con movilidad reducida, tendrán que optar por desplazamientos en coche o minivan para garantizar la comodidad y la seguridad.
Ten en cuenta que no hay transportes públicos en Camboya, así que necesitarás alquilar un transporte privado con el diseño adecuado para disfrutar de una estancia cómoda.
