Ambiente tropical, unos habitantes encantadores, hoteles de lujo y playas de ensueño: esto es todo lo que cualquiera puede esperar de su viaje de novios y esto es lo que tendrás si eliges Costa Rica como destino para tu luna de miel. Este país te hará darte cuenta de que un viaje de novios supone una oportunidad más para disfrutar de la vida y de todas sus riquezas, todavía más si se viaja en pareja...
Elegir Costa Rica como destino para celebrar tu viaje de bodas, es decir "sí" una segunda vez: sí a la vida y a todas las maravillas que esta te ofrece. Y es que la frase más sonada en Costa Rica es "Pura Vida". Eso lo dice todo. Esas dos palabras, que el gobierno utilizó como eslogan para promocionar el turismo y que los habitantes de Costa Rica emplean para saludarse diariamente, estarán ahí para recordarte la suerte que tienes de estar con vida y de encontrarte en un país mágico durante uno de los momentos más importantes de tu vida.
De hecho, hay muchos motivos por los que irse de viaje en pareja a Costa Rica. Pionero del turismo sostenible, en el que basa sus recursos económicos principales, Costa Rica conoce bien las riquezas que ofrece la Tierra y hace todo lo que puede por preservarlas. Especialmente, gracias a los esfuerzos del país por emplear energías renovables (el 95% de su consumo proviene de la energía solar, hidráulica, eólica, geotérmica, etc.). Por tanto, tendrás la oportunidad de descubrir una fauna y una flora que no solo son únicas, sino que también están bien protegidas, conservadas e incluso mimadas. Esto te dará la sensación de que tu paso por Costa Rica ha estado plagado de actos éticos basados en la eco responsabilidad. No hay nada mejor para conocer un país de riquezas incomparables que irse de viaje con amigos.
Con tres parajes naturales que han sido declarados patrimonio mundial por la UNESCO, Costa Rica te abrirá las puertas a parques naturales que te ofrecerán unas vistas increíbles en una atmósfera tropical gracias a la riqueza de su flora y fauna. El Parque Nacional Manuel Antonio, de 16 km² y que se encuentra a 150 km de la capital, cuenta con una fauna muy diversa. Allí podrás observar tanto monos como perezosos que van de rama en rama, así como ballenas o delfines, las estrellas del océano. El Parque Nacional de Corcovado es otro ejemplo del turismo responsable del país, pues en este habita un gran número de especies en peligro de extinción, entre ellas, el tapir de Baird y el oso hormiguero. En cuanto a paisajes excepcionales, no puedes perderte los volcanes de Costa Rica, entre los que se incluyen el Poás, el Irazú, el Arenal o el Tenorio. Ellos son testigo de lo bien que ha entendido Costa Rica lo que significa la pequeñez del ser humano y darle prioridad a las riquezas naturales.