Para ser sinceros, San Luis Obispo no es en absoluto una etapa indispensable en medio de un road trip por Estados Unidos. Muchos turistas se detienen aquí con el objeto de pasar la noche en uno de los hoteles que bordean la ruta 101, itinerario que conecta Los Ángeles, al sur, con San Francisco, al norte. Los hoteles situados en esta zona no son siempre recomendables; resultan algo caros y, a veces, sucios.
Por otro lado, esta ciudad, como la mayoría de poblaciones californianas de tamaño medio, no es especialmente bonita ni interesante. Aquí hay dos teatros que sí ofrecen, en cambio, algo de interés: el Fremont Theater, que data de la década de los cuarenta y tiene un estilo art déco, con pinturas murales; y también el Palm Theater, sede del festival internacional de cine de San Luis Obispo, celebrado todos los años durante el mes de marzo. Este es sin duda el momento del año en que cobra más sentido hacer una pausa por esta ciudad.
En cuanto al aspecto paisajístico, San Luis Obispo está construida sobre 9 colinas, lo que puede resultar interesante si se observa desde un punto de vista geológico. Se trata de antiguos volcanes sin actividad, de los cuales 6 se han convertido en parques muy apreciados por los habitantes en la actualidad.