Breidafjordur es un fiordo muy grande que se atraviesa en ferry. Este trayecto por mar me permitió ahorrarme una buena distancia de curvas y carreteras tortuosas para acceder a los fiordos del oeste.
Tienes que contar con 2 horas 30 para la travesía que te permite contemplar los macizos montañosos que parecen desde aquí muy pequeños, pero que resultan murallas infranqueables cuando estás en tierra. Si tienes coche, tienes que reservar por adelantado, sobre todo en verano, cuando esta travesía es muy popular.
Yo hice esta travesía desde Brjanslaekur. La carretera para llegar era tan larga que creí que no iba a llegar a tiempo para llegar a la hora de la salida del barco. Además, tenía poca gasolina y no hay mucha gente en esta parte de la isla, ¡temí quedar en medio de la nada, antes de llegar a la civilización!
Breidafjordur tiene muchas islas, algunas solo peñascos, pero hay una que merece una visita: Flatey. Los enamorados de los pájaros y de la tranquilidad apreciarán particularmente esta escala de su viaje islandés.