Arnarstapi es un pequeño pueblo de pescadores situado al sur de la península de Snaefellsnes y una de mis paradas preferidas al visitar esta península islandesa.
A algunos centenares de metros de Arnarstapi se encuentran los abruptos acantilados donde anidan multitud de aves y donde las formaciones rocosas se multiplican: arcos, formaciones de lava, grietas, rocas de las que brota el agua...
Me encanta caminar por estas formaciones y admirar la belleza del paisaje, rodeada por la impresionante fuerza del océano y sus potentes olas, que rompen sobre las rocas.
También suelo pararme brevemente ante la extraña construcción que domina la entrada al pueblo. ¡Algún día me informaré sobre su origen!
Arnarstapi es la última etapa de los protagonistas de Viaje al centro de la Tierra antes de descender al corazón del volcán Snæfellsjökull. Desde entonces, pensaba que el lugar habría cambiado y que me encontraría con un camping allí, pero solo era un gran campo, sin ducha, y sin ninguna forma de abastecerse. Y, además, muy caro.
Una vez superada esta decepción, es imposible no valorar las pequeñas rutas que permiten explorar los alrededores. Una de ellas, entre Arnarstapi y Hellnar, te hará recorrer majestuosos acantilados de basalto y sorprendentes formaciones rocosas, hasta un pequeño bar donde podrás probar repostería casera con un chocolate caliente.
También podrás ir a ver el puertecito pesquero situado entre dos acantilados. En el periodo de nidificación de las golondrinas árticas (entre mayo y junio) ten cuidado con ellas, porque el pueblo recibe a muchas de estas aves y pueden ponerse agresivas si te acercas demasiado. Si estás en Islandia, es porque te gustan la naturaleza, la tranquilidad y las caminatas. No te decepcionará.