Tjörnes es una península al norte del país, que se sitúa por encima del pequeño puerto de Husavik, famoso por sus excursiones de ballenas. Es fácil llegar, pues basta seguir la carretera 85 y disfrutar del encanto lleno de verdor de esta península que se enfrenta al mar Ártico.
El paisaje alterna altos acantilados y playas de cantos rodados y es un lugar en el que abundan los pájaros marinos que vienen a anidar en en esta comarca escarpada.
En la península de Tjörnes hay fósiles escondidos en los acantilados y tengo que decir que tuve la oportunidad de verlos gracias a un amigo islandés, porque el lugar se mantiene secreto y no es fácil encontrarlo. Si eres un apasionado de la geología, es imprescindible que los veas. Pregunta a la gente del lugar, seguramente te ayudarán.
En resumen, un rodeo encantador para los que les gusta tomarse su tiempo, porque este lugar te alejará por un momento de los principales lugares turísticos islandeses de los alrededores, conocidos con el nombre del Círculo del Diamante.